Hoy no están tocando,

una simple hoja de papel.

Hoy están tocando a un ser humano,

a una institución.

 

Deberían haber sido jornadas de alegría y

sana convivencia.

Sin embargo, estamos acá,

heridos,

arañados físicamente y

emocionalmente.

Algunos con lágrimas y 

licencias médicas,

con incertidumbres varias,

pero siempre dispuestos a entregar

nuestra mejor versión

como la familia y

equipo que somos.

 

Hoy parte de nuestros estudiantes,

se han atrincherado en

la marginalidad,

la vulgaridad,

la xenofobia,

la risa fácil,

la destrucción y

descalificación.

Han pasado a llevar a

sus padres,

sus compañeros,

sus profesores,

sus propios procesos educativos.

 

No son de textos, sino de pretextos.

Culparán a

la pobreza,

los gobernantes,

los profesores y

a todos los que padecieron

su ruidoso camino.

Prefirieron la acción

que la proyección,

la esclavitud disfrazada de desorden,

que competir dignamente por

un futuro,

un título y

un respeto;

ese que tenemos

por cada uno de ustedes,

estudiantes queridos,

por su historia,

sus familias, 

sus luchas y

convicciones más profundas.

 

Hoy nos toca reflexionar,

compartir,

discutir,

desde las ideas,

desde las palabras.

El diálogo intencionado,

inteligente,

asertivo,

empático.

 

El destino,

mis logros y

fracasos.

Casualidades y

casualidades,

me han enseñado que

hay demasiadas cosas

mediocres en la vida.

 

Sin embargo,

el amor y

la educación,

deben ser tener un

lugar y cuidado espacial.

¿Qué opinan ustedes?

 

Autor: Luciano Ubilla Pavez.

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Imagen obtenida de: https://prezi.com/vkw5wkm09l0g/marginalidad-en-la-educacion/